CÓMO ENAMORAR A UN VIRGO



Virgo está regido por Mercurio, el planeta de la razón y la inteligencia. 
El hombre de Virgo es inteligente, tímido, ordenado y detallista; posee un gran sentido práctico que lo vuelve apto para resolver problemas y realizar tareas con facilidad. 



Es muy responsable y trabajador frente a las obligaciones, pero la falta de orgullo no le permite valorizar su propio esfuerzo. 
Virgo espera silenciosamente el reconocimiento de los demás y, a menudo, sufre por no recibirlo. 



Es un signo de timidez y reserva, aunque es muy leal con sus amistades y sus afectos. 
El nativo de este signo tiene fuertes inseguridades emocionales y necesita encontrar protección y seguridad en su pareja para poder mostrar sus sentimientos con libertad. Necesita que lo traten con delicadeza y sin agresividad.

Quizás, éste sea el signo más difícil de conquistar porque es muy exigente y perfeccionista, lo que lo lleva a criticar muy a menudo a su pareja. 
Analiza todo y el amor nace primero en su intelecto. 

Para conquistarlo hay que servirle de apoyo, darles estímulo y la seguridad que le falta para perseguir sus objetivos. Aprecia mucho la colaboración de los demás. 
Tiene miedo a fracasar, por eso es conveniente que lo ayudes a tomar sus decisiones.



Aunque es poco demostrativo de sus afectos, es muy leal y servicial. 
Siempre está dispuesto a colaborar y a dar mucho a los que ama. 
Debido a su timidez natural, se inhibe o se asusta frente a una mujer muy liberal; el virginiano prefiere la mujer más clásica, seria, responsable y sensible. 

Se resiste con facilidad, y es recomendable que seas delicada y no te vuelvas muy agresiva a la hora de tratar o discutir algún tema. 
Las escenas violentas le ocasionan heridas emocionales que luego le son muy difíciles de curar.

A Virgo le gusta la intimidad; no le interesa exhibirse públicamente y se siente incómodo si tiene que hacer demasiada vida social. 
Al hombre de Virgo le encantan los momentos íntimos, donde puede expresarse y mostrarse con soltura. 

Tienes que aprender a crear esos momentos en tu lugar, invitándolo a cenar, escuchando música clásica y comentando temas que despierten su interés intelectual. 
Debes ser paciente y detectar cuando él empieza a bajar sus barreras iniciales, porque en ese momento abrirá su corazón y podrá hacerlo para siempre.