Cuando la autoconfianza y seguridad en ti mismo no se convierte en arrogancia o en un juego del falso Ego, entonces tu personalidad encantadora brilla como el Sol que rige tu signo. Tu presencia impacta, no hay sitio al cual llegues que los demás no vuelvan sus ojos hacia ti, eres el rey o la reina del zodiaco. Esa actitud real es tu mejor arma de conquista, aunque ¡cuidado!
Si la llevas a extremos se puede volver arrogancia o un juego del falso Ego, pero bien administrada te convierte en ese monarca del amor con quienes todos sueñan estar a su lado. Esa presencia regia, tu forma de andar y comportarte de manera magnánima, sin mediocridades ni pequeñeces y con gran clase y altura te rodea con un magnetismo especial que nadie puede resistir.